La exigencia de una mayor flexibilidad y transparencia, la presión de tener que producir de forma cada vez más rápida y económica, el trabajo de tener que integrar distintos sistemas y equipos de diferentes fabricantes. Resulta evidente que los requisitos de la dinámica industria de alimentos y bebidas suponen un reto. Al invertir en productos de automatización que deben ayudar a satisfacer estos requisitos es asimismo fundamental tener en cuenta determinados de factores decisivos, tales como el grado de independencia del software elegido para aplicaciones tales como la gestión de las líneas de producción, la supervisión del rendimiento de la instalación o la gestión del consumo.
Para aprovechar las ventajas de una solución software independiente uno debe tener claro antes de nada las propiedades que debería tener una tecnología tal. ¿Un software abierto es automáticamente también “independiente“? ¿O debe ser ampliable y versátil para ganarse la etiqueta de “independiente“? ¿O es más bien una combinación de distintas características la que hace que un software sea realmente independiente?
